Solidaridad cubana para todos: Altruismo y grandeza

martes, julio 25, 2006

annis

Altruismo y grandeza

Ha sido Cuba protagonista directa de la epopeya que han realizado los internacionalistas cubanos y principalmente de las brigadas médicas cubanas en diferentes partes del mundo.
Parecerían presuntuosas estas palabras si no se pudiera calificar hoy a nuestra Patria con toda justicia como el país que más ha hecho en el mundo para compartir con otros pueblos sus conocimientos y experiencias médicas.
Ni una sola vez, a lo largo de su abnegada historia revolucionaria, nuestro pueblo dejó de ofrecer su ayuda médica solidaria en caso de catástrofes a otros pueblos que la requirieran, sin importar cuán abismales eran las diferencias ideológicas y políticas, o las graves ofensas recibidas de los gobiernos de cualquier país.
Nuestros conceptos sobre la condición humana de otros pueblos y el deber de la hermandad y la solidaridad jamás fueron ni serán traicionados. Decenas de miles de médicos y profesionales de la salud cubanos esparcidos por el mundo son testimonio irrebatible de lo que afirmo. Para ellos no existirán jamás barreras idiomáticas, sacrificio, peligros u obstáculos.
Sin embargo, Nada de lo dicho será, comparable a los Programas Integrales de Salud nacidos después que el huracán Mitch azotó Centroamérica en el año 1998, ocasionando la muerte a decenas de miles de niños y adultos, fundamentalmente personas pobres y desamparadas.

Desde entonces nos hemos comprometido profundamente con el apoyo a la salud y en especial la Misión Milagro, la lucha contra el VIH y otros importantes programas sociales de gran contenido humano e integrador en nuestra área. La enorme tarea de preservar y devolver la vista a no menos de seis millones de latinoamericanos y caribeños y de formar 200 mil profesionales de la salud en diez años no tiene precedentes en el mundo. Los grandes avances alcanzados en este campo por nuestra patria se extenderán a otros países hermanos de nuestra región a través de los jóvenes profesionales que comienzan a graduarse en la Escuela Latinoamericana de Medicina. Es un hecho real que la cooperación médica de Cuba y sus instituciones de investigación científica con otras partes del mundo se extiende rápidamente en beneficio de la humanidad.
Como la tragedia que vive el mundo es cada vez más evidente, se ratificó la decisión de crear el 19 de septiembre del 2005, el Contingente “Henry Reeve”.
El Contingente “Henry Reeve” puede no sólo apoyar a la población en casos de huracanes, inundaciones y otros desastres naturales similares. Determinadas epidemias constituyen verdaderos desastres naturales y sociales. Basta citar, por ejemplo, el dengue hemorrágico, que azota a un número creciente de países latinoamericanos, privando de la vida especialmente a los niños, y otras viejas o nuevas enfermedades graves, de las que podemos y debemos conocer las formas más eficientes de combatirlas. Existe en particular una terrible epidemia ―llamémosla así― que azota al mundo: el VIH, SIDA. Esta amenaza con liquidar naciones enteras e incluso extensas regiones continentales. En la prevención y la lucha contra esa enfermedad, Cuba ocupa lugar prominente en el mundo. Analizado el índice que prevalece en este hemisferio, se puede apreciar que hay países de infestación media, donde la prevalencia del SIDA en el año 2003 —fue la última publicada— puede ser 2,4. .por ciento, 2,3 por ciento, 3,2 por ciento de la población adulta entre 15 y 49 años.
Cuando las naciones desarrolladas inmensamente ricas decidan cooperar realmente con los países africanos y otros del mundo en la lucha contra el SIDA, necesitarán profesionales como los del Contingente “Henry Reeve”. Entonces se comprenderá en toda su magnitud el valor de este paso. Los estados desarrollados y ricos disponen de capital financiero, pero no disponen de capital humano. Hay que formar los médicos que requieran los campos, las aldeas, los barrios marginados y pobres de las ciudades del Tercer Mundo. Incluso en países inmensamente ricos, como Estados Unidos, decenas de millones de afroamericanos, indios, inmigrantes latinos, haitianos y otros, carecen de programa y asistencia médica.
Nosotros ofrecemos formar profesionales dispuestos a luchar contra la muerte. Nosotros demostraremos que hay respuesta a muchas de las tragedias del planeta. Nosotros demostramos que el ser humano puede y debe ser mejor. Nosotros demostramos el valor de la conciencia y de la ética. Nosotros ofrecemos vidas.